viernes, 19 de febrero de 2016

Despierta

Estoy en la mitad de la incertidumbre, 
el miedo me corrompe, me perturba, me atrapa, 
me acaricia desagradablemente. 

Le temo más a tu reacción que a la mía, 
porque la mía al menos la he ensayado frente al espejo,
le temo al desencuentro de los días, a la mirada esquiva, 
a los monosílabos de tus manos. 

Se que te atacan el pavor y el espanto,
traen inmerso el desolado traje de la distantes frases que ya no pronuncias, 
de las simples imágenes que me dibujas como premio de consolación a la larga espera. 

Lo medito y no te entiendo, 
quizás son las verdades que no me dices, 
si, si han de ser ellas,
se escaparon de tu alma y vienen atormentar mi fracturada existencia.

No hay noche eterna,
despierta amor, despierta 
afuera es de día y el rocio que todo lo refresca nos espera. 

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