“Cerrado por vacaciones” dice el letrero que cuelga desde la oscura ventana. Es de noche, la bombilla está maltrecha, pero se alcanza a leer “cerrado por vacaciones”.
Cuanto pueden durar este… ¿tiempo libre?, he regresado por aquí varias veces y el mensaje es el mismo, la casa está cerrada.
El polvo invade los rincones, ah es que también me he asomado de día y da igual, hay un silencio mortal, un abandono matizado de fuga; lo sé, de aquí salieron sin avisar, huyendo de algo o de alguien.
¿Donde andarán mis entrañables compañeras? Tan solas o tan borrachas de libertad como los espíritus burlones que se pasean entre callejones oscuros y cementerios, las necesito. ¡Regresen carajo! que en esta maltrecha y desordenada casa nada retoña si no están.
Me voy con la duda. He de volver en otras lunas.
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