martes, 3 de mayo de 2016

Habría que hacer una fiesta

Al Tío Amancio

Habría que hacer una fiesta en tu nombre,
si,
llenar la casa de arte,
pero ha de ser en una casa grande,
digna, soberbia,  impecable,
con infinitos rincones para leer interminablemente,
donde las paredes estén rebosantes de colores,
los fogones enamen olores eternos de buena mesa,
las parrandas tengan el canto afinado,
y  los abrazos sean inagotables.

Habría que hacer una fiesta,
para que el tintinear de las copas suene a agradecimiento,
donde todos vengan con una sonrisa amable a conversar de ti,
entonces, cuando la alegría llegue a su éxtasis total,
traemos la llama que todo lo purifica, acabamos todo y le prendemos fuego,
nos volvemos cenizas y regresamos al polvo de donde vinimos.

Te fuiste y me hiciste romper una promesa,
si, te fuiste,
y yo creo que habría que hacer una fiesta,
porque cuando los hombres fuertes se van,
la vida que dejan,
y la que los recibe, la eterna,
los festeja.


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