martes, 15 de noviembre de 2016

Basta

No hay en las casa revueltas del pueblo un solo llanto que me recuerde tu voz,
quizás porque nunca lo hiciste,
me has herido con tu negativa de arribo,
te has escondido tras los insolubles peldaños de la vida,
escabullido como ratero de buena estirpe,
tal vez no lo sabes,
tal vez no importa,
tal vez si los sabes, pero no te importa,
es que con tu ausencia la le niegas la prolongación a mi carne,
ya blanqueada de toda perfección me miro al espejo,
y verso,
y divago,
en las desperdiciadas horas en la que te he buscado,
lastimándome como espina oculta en la planta del pie,
siempre allí, nunca aquí,
basta,
ya he martillado el recuerdo de la jamás bienvenida.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Ventanas

Y de todas las ventanas del mundo la tuya es la única por la cual no puedo mirar,
lámpara de agotable luz,
incendiaria,
díscola y peligrosa que te acompaña.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Podría

Podría haber sido yo,
pero fueron otras.
Podría sentir calor,
pero el frío está depositado en mis entrañas.
Podría tener miedo,
pero la esperanza desquiciada es el lunar de mi cuello.
Podría,
si,
podría.

¿Podría entonces la bienaventuranza de la vida dejar correr una lágrima dolida, desperdiciada?

viernes, 13 de mayo de 2016

Con

Se ama como se ama lo que no se puede tener,
con el odio de lo incierto,
con la palabra del verbo silente,
con el no acechando detrás de cada puerta,
con las lagrimas que ya perdieron su sal,
con celo de los cuerpos que dieron vida a otros cuerpos,
con el no importa al borde de la lengua,
con el miedo de ser el tiovivo de las desgracias que otro causó,
con los pasos lejanos que matan a media luz,
con la rabia del amanecer de cada lunes,
con la cartera vacía de las monedas del amor,
con la paz resignada de los cementerios

con nada y con todo.

martes, 3 de mayo de 2016

Habría que hacer una fiesta

Al Tío Amancio

Habría que hacer una fiesta en tu nombre,
si,
llenar la casa de arte,
pero ha de ser en una casa grande,
digna, soberbia,  impecable,
con infinitos rincones para leer interminablemente,
donde las paredes estén rebosantes de colores,
los fogones enamen olores eternos de buena mesa,
las parrandas tengan el canto afinado,
y  los abrazos sean inagotables.

Habría que hacer una fiesta,
para que el tintinear de las copas suene a agradecimiento,
donde todos vengan con una sonrisa amable a conversar de ti,
entonces, cuando la alegría llegue a su éxtasis total,
traemos la llama que todo lo purifica, acabamos todo y le prendemos fuego,
nos volvemos cenizas y regresamos al polvo de donde vinimos.

Te fuiste y me hiciste romper una promesa,
si, te fuiste,
y yo creo que habría que hacer una fiesta,
porque cuando los hombres fuertes se van,
la vida que dejan,
y la que los recibe, la eterna,
los festeja.


domingo, 1 de mayo de 2016

Tiempo

Tiempo, a mi qué me importa el tiempo
si solo en dos, tres, tal vez seis resquicios
mi rostro a cobijado tu rostro
y aun así te he sabido como yo misma,
tal vez desde los libros de historia,
o desde el tiempo
cuando éramos vacío, silencio,
nada y algún día,
aquel del mes primero.






jueves, 21 de abril de 2016

Obediencia

Ama al prójimo como a ti mismo -dijo el maestro-,
cómo he de cuestionarle, si te amo como amo a mi propio cuerpo,
aunque me seas ajeno como el hombre que camina por la acera del frente,
o que el vive en la casa de otra.

No es un testamento

Este no es un testamento, 
no queda nada, 
es la última voluntad, 
la mía, 
va entre los pliegues del verbo que saborea esta boca de juez. 

Leo ya las líneas de la última esperanza, 
me abrazo a las inquietas esquinas del destino, 
no se dónde conducen, 
las dejo allí, 
que encuentren la salida al laberinto de las promesas rotas, 
anhelos a medio andar. 

Ahora llega quien me busca,
que me dejen morir, 
desazón que me has de llevar.

domingo, 17 de abril de 2016

Recíprocos.

Me muero, te renaces
Te ries, me lloro
Me lluevo, te secas
Te  tiemblas, me aquieto
Me callo, te hablas
Te huyes, me quedo
Me amalgamo, te fundes
Te pierdes, me busco
Me trago, te respiras
Te arrugas, me extiendo
Me ayuno, te alimentas
Te dueles, me alivio
Me duermo, te sueñas
Te miras, me ciego
Me sereno, te alertas
Te ordenas, me empantano,
Me alerto, te calmas,

Así,
disonantes en las cosas,
Y reciprocos en la vida,
te amo, me amas.

viernes, 8 de abril de 2016

Entonces

Entonces,
escucharé esa canción,
mil veces,
dos mil veces,
hasta que me sepa a aburrido.

Y,
leeré tus pequeños mensajes,
mil veces,
dos mil veces,
intentando convencerme que todo saldrá bien,
aunque salga mal.

domingo, 27 de marzo de 2016

En todo y más

En las fotos de Saint Denis que otro tomó,
en la banca rota del parque,
en los café que simulan otros lares,
en las galerías donde no me acompañas,
en los cafés que no bebemos,
en las sesiones de música que nos perdemos,
en los libros que no te veo leer,
en los retratos a color.

Desde este lado,
desde este idioma.

En las viejas vías del tren que son camino,
en la risa de los niños que se escabullen de sus cuidadores,
en la bibliotecas repletas de libros,
en el perro que pasea con su amo,
en los paraguas con lluvia, 
en la mirada perdida de las mujeres desde los balcones,
en las mesas servidas sin comensales,
en el curioso murmullo de los museos.

Desde mis noches despierta,
desde mis días a solas.

en las puertas con postigo,
en los jardines que florecen en soledad,
en los carteles que me cambian la ruta,
en la canción de Navidad que suena a finales de marzo,
en las banderas desvencijadas,
en los bares que no abren los domingos,
en los gatos que odias,
en los duendes que se esconden,

incluso,
en estas vagas líneas,

en todo y más,
te extraño y te amo,
ambos,
con la misma fuerza. 

viernes, 19 de febrero de 2016

Despierta

Estoy en la mitad de la incertidumbre, 
el miedo me corrompe, me perturba, me atrapa, 
me acaricia desagradablemente. 

Le temo más a tu reacción que a la mía, 
porque la mía al menos la he ensayado frente al espejo,
le temo al desencuentro de los días, a la mirada esquiva, 
a los monosílabos de tus manos. 

Se que te atacan el pavor y el espanto,
traen inmerso el desolado traje de la distantes frases que ya no pronuncias, 
de las simples imágenes que me dibujas como premio de consolación a la larga espera. 

Lo medito y no te entiendo, 
quizás son las verdades que no me dices, 
si, si han de ser ellas,
se escaparon de tu alma y vienen atormentar mi fracturada existencia.

No hay noche eterna,
despierta amor, despierta 
afuera es de día y el rocio que todo lo refresca nos espera. 

domingo, 14 de febrero de 2016

¿Sentirse enamorado o ser un enamorado?

Hoy que todos están en medio del mar de corazones,  flores, chocolates y enormes e inservibles peluches, pensé que debía hacer una reflexión, consiente, clara y lejos de las pasiones que el “amor” nos provoca. 

Es verdad, sentirse enamorado es una  delicia,  un pequeño infierno de diversión donde aceptas  desde los dolores de estómago que producen las mariposas  que es básicamente un pequeño estado de ansiedad, hasta las más ridículas declaraciones, y yo no tengo nada contra ellas, me encanta lo ridículo;  en todo caso, creo que estamos un poco confundidos, una cosa es sentirse enamorado y otra estar enamorado,  una tiene que ver con el hacer y la otra con el ser, la acción y la identidad traspapeladas  una vez más.

Hace un par de días me tropecé con la charla de un coach que explicaba muy bien este tema usando un episodio de la historia ampliamente conocido, la tentaciones Jesús en el desierto,  y no me quiero poner religiosa, nada más lejos de esa instancia, solo lo que el ejemplo es sencillamente perfecto, me explico, la narración bíblica dice que Satanás le hizo unas propuestas al Señor, le dijo que si “convertía las piedras en pan”, que si “se lanzaba desde lo alto” y, que si “le adoraba”, le daría o recibiría algo a cambio, pues yo estoy convencida que Satanás  NO dudaba sobre quien “era” Jesús o  sobre lo que podía “hacer”, justo por eso lo quería empujar a hacerlo, y Él, Jesús, tampoco dudó sobre ambas cosas, porque nunca le respondió “No puedo”; a este punto se preguntarán ¿qué tiene que ver eso con el amor?, pues todo.

Cuando las personas nos enamoramos entramos en un proceso de descubrimiento, empezamos a reconocernos  y sin lugar a duda a darnos, y es en ese punto donde me voy a detener en primer lugar. Darse en una acción que va marcada por lo que podemos “hacer”  por el otro o para el otro, y  no está mal, sólo que erradamente en muchos casos es lo que gobierna nuestras relaciones, así de lapidario, pasamos nuestras experiencias amorosas valorando al otro por lo que pueden hacer por nosotros o podemos hacer por el, que si vino a buscarme, si le compré,  si dejó de hacer esto o lo otro, que si tengo que ir a tal o cual lugar, entre cientos de cosas, porque si no lo hago el o ella van a pensar que no lo amo,  o no me ama, no sería mejor preguntarse ¿Por qué tengo que demostrar para que me crean?, cuando veo a la gente preocupada porque en días como hoy "tienen",  que enviar esquelas, dulces o hacer algo especial para exhibir y manifestar su afecto siento que estamos perdiendo las perspectivas; ven porque si tiene que ver la historia de Jesús y el pata e’ cabra con esto, Jesús no tuvo que demostrar quien el era, le presionaron en el hacer, si, pero no se sometió a las exigencias modeladas de su interlocutor.

En un segundo lugar quisiera reflexionar sobre el ser un enamorado, serlo te da identidad, y las personas con una identidad clara se reconocen a distancia, le brotan actitudes, comportamientos y acciones llenos de verosimilitud,  y no por obligación o peor aún por enajenación; en definitiva no hay una despersonalización del ser. 

Conozco decenas de relaciones incluso alguna mía, en la que el hacer a decantado en  fracaso, porque alguno de la relación, si no ambos pierden su verdad, autenticidad y esencia por el otro, no me malinterpreten, no digo que si a su amado le gusta que usted cocine alguna tipo de receta, arepas por ejemplo, usted no las haga, pero hágalas porque es una decisión legítima, sin refunfuños, sin nostalgia de cuando no lo hacía, de seguro  le quedarán más sabrosas, sea un auténtico enamorado, disfrute ese espacio, pero no se obligue a hacer cosas que le hacen perder su consonancia con la vida, respete al otro, si, pero por encima de cualquier exigencia respete su propio carácter, porque sino despertará un día amargado extrañándose. Si lo suyo no es celebrar el día de los enamorados el 14 de febrero hágalo saber, quien se ha enamorado de usted lo entenderá, porque cuando se ama hasta lo que no nos gusta del otro es llevadero, no es que no tenga detalles especiales,  sólo no los fuerce porque lo obligado se nota, y mucho.

Hace algunos años, cuando era una adolescente estaba perdidamente enamorada de alguien y aunque soy de las que recuerda todas las fechas y momentos especiales, un día descubrí que mi dulce tormento se la pasaba enfermo de gripe y no se cuidaba, entonces tomé la decisión de ir a una farmacia y comprar un canasto impensable de vitamina C y antigripales,  me dirigí a su casa  toqué el timbre y al verle dije: “solo vine a dejarte esto porque no quiero escuchar que estas nuevamente agripado y deseo que estés bien”, luego me fui, yo no se si el recuerde ese pequeño episodio pero para mi ha sido uno de esos actos desobligados de ser una enamorada, y no me pidió que lo hiciera y yo,  no esperaba que el me amara más por haberlo hecho,  y cuando lo pienso mi único interés en ese momento era el bienestar de ese chico. Hoy, reconozco ese insignificante evento como un acto de  verdadero amor, gobernado por el ser, no por el hacer. 

El amor se basa en el respeto,  el compromiso y la admiración,  en una decisión, entréguese con todo, con lo bueno, lo malo, no se engañe ni engañe a su compañero mostrándole algo que usted no es, porque como dice el refrán popular, las mentiras tienen las patas cortas y siempre terminan mal, siéntase enamorado, pero por sobre todo sea uno y si hoy quiere regalar un peluche inservible hágalo, pero con la convicción de que es un acto de amor no de obligación.


Para quienes lo celebren, feliz día del amor. 

sábado, 23 de enero de 2016

Escribir para...

Drenar, exorcizar, tamizar,
dibujar frases con el excelso misterio del idioma
llorar con las letras tristes o bailar con la alegres,  
en el caso de que las letras tengan emociones.

Mentir, jurar, bendecir,
contar verdades o matizar con pletoricas palabras el amor,  
simular disparates elocuentes,
moldear leyes, replicas, sentencias.

Historiar, ficcionar, cartear,
pintar lapidarias negativas o sortear el insomnio,
apasiguar la mudez,
componer canciones, poemas, ensayos.

Revelar, anunciar, pronosticar, 
solicitar medicinas que solo farmacéuticos y boticarios entenderán,
dejar recados o notas de adios,
Pretender  inteligencia, elocuencia, sapiencia.

Complicar, confundir emarañar,
versear las calles y paisajes que se le niegan a los ciegos,
describir el olor a lluvia,
publicar noticias, opiniones, mentiras.

Escribir
Simplemente
para ti,
para mi,

para los dos.